Relatos



PORTUGAL



Iba a hacer mucho calor ese día….
Eran solo las 9:30 de la mañana y llevaba abiertas las dos ventanillas del coche mientras me dirigía hacia Portugal.
Vivo cerca de la frontera entre Portugal y España, y esa fue la razón por la que me decidí a hacer ese viaje a la costa sur del país vecino, a solo 160 Km. de mi casa.

Me notaba impaciente, mientras conducía por la autopista cruzando el puente internacional me obligue un par de veces a aflojar el acelerador, y me descubrí  a mi misma mordiéndome las uñas de gel… cosa que llevaba mucho sin hacer.
Al fin llegue al pequeño pueblo marinero donde estaba la urbanización turística en la que se alojaba el. Eran las 10:15 y llegaba con 15 minutos de adelanto. Pensé que  aun no habría llegado al bar que habíamos acordado para el encuentro, así que decidí esperar en una especie de paseo marítimo que había junto al puerto.


Allí mirando hacia el mar empecé a pensar en lo que vendría 

después, y un escalofrío de excitación me recorrió el cuerpo. 

Ansiaba verle cara a cara, contemplar sus alegres ojos 

mirándome fijamente, dejarme absorber por esa sonrisa que 

había visto en sus fotos… y solo un par de veces por 

webcam. Cuando le hice el primer show. Pero sobre todo 

deseaba más que nada sentirlo, tocarlo, notar su piel. Me 

había imaginado muchas veces como seria 

tacto… Pero desde que supe que se había decidido a tener 
un encuentro llegue a la conclusión de que ese sería el momento en que descubriría todo aquello.

Mire el reloj y supe que era la hora de entrar en el bar. Me di la vuelta para dirigirme hacia allí, y lo vi.
Estaba de pie, mirándome con una sonrisa pintada en la cara. Se acerco sin decir nada, despacio...… y me besó.  Me besó suavemente, recreándose en mis labios… como si estuviera saboreando su helado favorito.
Mis manos habían rodeado su cintura durante ese beso que me pareció eterno. El separo su boca de la mía, me miro a los ojos, y sonrió.
Tomamos un café sentados frente a frente, mientras charlábamos me sorprendí al descubrir que no estaba tan nervioso como había imaginado que estaría. Su mirada era una mezcla de satisfacción y lascivia. Me dijo que estaba ansioso por sentir mis labios, que tanto le gustan, recorriendo mi cuerpo. Y ante esas palabras sentí de nuevo una excitación tremenda, que me hizo temblar.
Directamente, y sin decir palabra nos fuimos al pequeño apartamento donde se alojaba. Nada mas entrar paso sus brazos por mi cuello, y poniéndose a unos pocos centímetros de mi cara me susurró: “Quiero que me hagas el amor y me folles como todos los videos y fotos que he visto en tu blog”.

Esta vez fui yo la que lo besó a el,  besaba y mordía sus labios con verdadera pasión. Mientras mis manos acariciaban su espalda y bajaban lentamente y recorrían su culo, es lo que mas me pone de un tío su culo. Yo llevaba una falda corta y de un tejido bastante fino, y una de sus manos se deslizó por debajo, acariciando directamente mi piel, jugando con la tira del mini tanga negro que llevaba puesto, agarrando mis nalgas y masajeándolas. Susurrándome al oído, deseaba tocar esos tangas que he visto en tu blog y tan caliente me ponian, y ahora lo estoy tocando con mis dedos

Mis labios ya habían empezado a bajar por su cuello, a lo que el respondió con un pequeño suspiro de placer. Me arrodille frente a el, mi cara quedaba a la altura de su polla. Agarré su culo con las dos manos y atraje su cuerpo hacia mí, apretando mi nariz contra su pubis, oliéndolo por encima de la ropa. Estaba caliente y olía a excitación.Me bajo la falda lentamente hasta los tobillos, después hizo lo mismo con mi tanga muy despacio, dejando al descubierto mi monte de venus perfectamente depilado, el me ayudo levantándome un pie para que me librase de las prendas. Baje sus pantalones quedando su boxer a mi alcance, el cual deslicé hacia abajo con mi boca, apareciendo su polla en todo su esplendor, vaya herramienta que tenia me dije para mi misma 23 cms calcule, me voy a poner ciega de polla, pensé para mis adentros
Hizo que me levantara y agarro mi blusa abotonada con la intención de quitármela, yo la ayude a hacerlo, y seguidamente el se quito la camiseta,  le deje ver mis pechos. Los pezones estaban erectos y duros. No pude resistirse y se lancé hacia ellos con gula. Los mordía, los chupaba, pasaba la punta de su lengua alrededor de ellos mientras notaba como se erizaba toda mi piel, y los pezones parecía que iban a estallar en su boca.
Me lleve hasta la cama que había en la habitación contigua, quiso hacerlo despacio.., pero le fue imposible, la ansiedad por seguir disfrutando de mi cuerpo le llevo casi a tirarme contra la cama, pero me deje hacer, mirándome siempre con esa sonrisa que me desconcertaba.
Se subió a la cama y empecé a besarme de nuevo los pechos… bajando por mi vientre hasta el ombligo. Quería aprovechar cada centímetro de mi piel, que no me quedara nada por disfrutar. Iba llegando hasta mi sexo, sentía en su cara el calor y la humedad que desprendía. Separe cuidadosamente mis muslos y disfrute con sus labios en mi interior, primero una pierna… y luego la otra. Metiendo la lengua dentro de mi coño, como si me follara con ella
Y por fin alcanzo su objetivo, mi coño estaba muy mojado. Paso su lengua por toda mi raja… apreciando su sabor. Introduciéndomela un poco mas entre mis labios a cada pasada. Yo empezaba a mover rítmicamente mis caderas al tiempo que el jugaba con su lengua en mi clítoris. Recorriendo toda la pipa de mi coño
Su lengua paseaba por todo mi coño… y de vez en cuando la introducía en mi agujero, sintiendo la suavidad de su interior, a lo que yo respondía con gemidos cada vez más fuertes.
Mis manos estaban enredadas en su pelo, y empujaba su cabeza hacia mi coño, el seguía follándome con la lengua a ratos, y a ratos lamiendo y mordiendo mi clítoris, tomándolo entre sus labios y succionando. El movimiento de mis caderas se hizo cada vez más pronunciado y mi respiración y mis gemidos iban ganando en intensidad.
De pronto el movimiento paro un instante, mis músculos se pusieron tensos, contuve la respiración y acto seguido deje escapar un grito de placer a la vez que mi cuerpo se convulsionaba deliciosamente entre espasmos. me había corrido. Durante unos segundos noto las contracciones  de mi orgasmo en su lengua.
Me dijo que sentía  un dolor en la polla… estaba a punto de estallar a causa de la tremenda erección que tenia. yo seguía tumbada en la cama… respirando aceleradamente.Su piel estaba brillante por el fino sudor que la cubría, y hacía que tuviera un aura especial mientras yo miraba embelesada su enorme polla erecta, perfecta de tamaño, grosor  y forma;
Se acerco a mi, se arrodille junto a la cama, y empezó a acariciarme suavemente. Su mano abierta se paseaba por toda la extensión de mi piel, intentando no dejar un solo centímetro por disfrutar. Recreándose en mis turgentes tetas con los pezones mas duros que nunca, Se dio la vuelta y pude comprobar que sus preciosa polla continuaba dura como el acero, el acariciaba mi culo, de nalgas redondeadas y tersas. Seguí acariciando su espalda, esta vez acompañando las caricias de mis manos con las de mis labios… que se deslizaban por su cuerpo sintiendo como se le erizaba el vello al paso de mis suaves roces.

Se fu acercando lentamente a mis nalgas, besando toda la espalda durante el recorrido.
El beso, las mordió, el chupo… situándose encima de mis piernas, agarro una nalga con cada mano… y las separo. Disfrutando de nuevo del aroma de mi coño, de la humedad y el calor que desprendía.

El levanto mis caderas, poniéndome en la posición idónea, y me dijo…”quiero que me sientas dentro” a lo que pensé por fin me va a follar me partirá de gusto, diciéndole claro que si cariño. Espero que me folles como nunca lo han hecho y me saques la polla por la boca en cada embestida
Al oír mis palabras me contesto que el deseo haría explotar su cabeza… se sitúo detrás de mi, puso la punta de su polla en la entrada de mi coño… y agarrándome por las caderas, de un solo tirón me la introduje hasta el fondo a la vez que yo soltaba un suspiro largo y profundo que se fue convirtiendo en gemido de placer.

Se quedo así por un instante… disfrutando de la sensación de que lo estaba sintiendo en mi interior, notando como su polla palpitaba dentro de mí. Luego empezó un movimiento suave y lento mientras seguía agarradome por las caderas, marcándome el ritmo.

Poco a poco los movimientos se fueron haciendo mas rápidos… pero a la vez más profundos, como si quisiera llegar hasta lo más hondo de mi ser. Yo también fui acompasando los movimientos de mi culo, facilitando así que la penetración fuese cada vez más deliciosa, sin prisa, pero sin pausa.

Su estado de excitación me advertía que no podría soportar por mucho tiempo aquella situación, y decidí dejarme llevar completamente. Note como me subía por la espina dorsal un calambre, y no tuve más remedio que dejar escapar un gruñido ahogado que dejo mi garganta seca. Al mismo tiempo empezó a correrse dentro de mi. Sentí como se vaciaba, y a notar aquel chorro caliente de leche,  teniendo a la vez un orgasmo que hizo que me arqueara la espalda. Y pude notar las contracciones de su polla en mi interior, Aquella polla seguía soltando leche y mi coño quería exprimirla del todo.

Nos desplomamos en la cama, uno al lado del otro, mirándonos a los ojos… con una sonrisa estúpida en los labios… y acariciándonos mutuamente, hasta quedarnos en un estado de adormecimiento causado por el calor y el cansancio.

Y así, desnudos en la cama,  disfrutando de nuestros cuerpos, y follando cada vez que nos apetecía, estuvimos el resto del día. Por la mañana cuando desperté me había dejado mi regalo encima de la mesita de noche y una nota que decía, eres muchísimo mejor en vivo que en las fotos y videos de tu blog


Fin


EL TREN


Hola me llamo Andrea, la historia que os cuento. Ha pasado y es completamente real, los hechos que se cuentan son tal y como pasaron, de hecho, cada vez que lo leo me vuelve el calentón y tengo que masturbarme, como así ha sido mientras escribía.
He leído muchas historias en la que a una mujer le metían mano en algún transporte público, eso me calentaba muchísimo imaginándolo y me decidí a probarlo, estaba deseando hacerlo.
Decidí que lo mejor sería llevar un vestido de tela muy suave, seda o algo así. Como no tenía nada de ese estilo me fui de compras.
Entre en unos grandes almacenes y después de echar un vistazo cogi dos vestidos, uno corto ajustado hasta media pierna y otro por encima de las rodillas con vuelo y entallado en su parte superior haciendo destacar mis 110 de pecho.
Me probé los dos, para lo cual me quite el tanga puesto que es la manera en la que iba a ir. El vestido ajustado se pegaba a mi piel y era sexy, pero el otro era el doble de provocador. Al no llevar el tanga se metía en medio de mis nalgas y se me quedaba marcada la raja del culo, cualquier observador se daría cuenta de que no llevaba nada debajo. El escote era redondo y bajo, de manera que cualquiera que fuera más alto que yo tendría una visión perfecta de mis tetas y del canal que se forma en medio, los pezones se marcaban en el vestido y se insinuaba su color transparentándose.
Me gustaba más este, me lo deje puesto y después de pagar en caja ante la atenta mirada del dependiente, lo que me confirmo que había acertado en la elección, salí con él y me adentre en el metro directamente. Bajándome del mismo en Atocha
Allí subí a un tren de cercanías, camino de Tres Cantos y me fui al fondo de un vagón que sin estar demasiado lleno, era lo mejor para mi intención de vivir una experiencia morbosa, el lugar elegido en el vagón me permitió ocultarme un poco de las vistas a la vez que me daba opción de elegir a mi víctima o víctimas.
Me coloque en medio del Vagón agarrándome a la barra vertical que sujeta los asientos, nadie sabía lo que pretendía hacer
En la siguiente estación entro más gente, ya casi no podía menearme. Enseguida note como alguien me restregaba todo el paquete por el culo. Mire para atrás y me encontré un hombre de unos 40 años, se disculpo y se hecho hacia atrás, le era muy difícil mantenerse apartado de mi porque la gente empujaba, yo no hacía nada para retirarme y notaba de vez en cuando como volvía a rozarme su paquete, el hombre estaba violento porque no podía evitarlo, disculpándose a cada momento.
-A esta hora se pone esto a hasta los topes
Le dije con el cuello vuelto hacia él. Como sin darle importancia saque un poco el culo y lo apoye sobre su paquete dejándolo justo en medio de mi culo. El hizo el amago de retirarse pero yo saque otro poco el culo de manera que no perdiera el contacto. Se debió dar cuenta de que había intencionalidad, y se quedo quieto manteniendo el contacto.
Yo notaba como su polla crecía en medio de mis nalgas, su mano bajo y se poso en mi cadera, dejándola ahí un momento, al ver que no decía nada la deslizo hacia abajo recorriendo su palma mi nalga, debió notar que no llevaba nada de bajo e hizo la intención de tirar del vestido hacia arriba. Yo lo sujete con una mano y dejo de insistir, en ese momento otro hombre que no nos quitaba ojo y debió sospechar lo que pasaba se puso enfrente mía, tenía el cuerpo totalmente aprisionado entre los dos, Otro hombre me miraba y me sonreía, yo levante los dos brazos sujetándome a la barra, el hombre que tenía delante no quitaba los ojos de mis pechos, con el apretón de cuerpos mis tetas estaban aplastadas y amenazan con asomarse por el escote, de hecho la aureola de mis pezones asomaban un poco.
El de atrás volvió a intentar subirme el vestido, yo bajando la mano lo evite tirando del vestido, no era cuestión que me desnudase en medio del vagón y que dejara a la vista de cualquiera mi culo y coño.
EL reacciono y cogiéndome la mano la puso directamente encima de su paquete.
Yo lo apreté. Notaba como crecía en mi mano a través del pantalón, el abrió su cremallera y cogiéndome la mano de nuevo encaminarla a su interior. Yo no me corte y la metí dentro de su bragueta agarrando el tronco de su polla que tenía una enorme excitación. Tire un poco de los calzoncillos mientras que le miraba y los solté. Debió darse cuenta de mi insinuación y con mucho trabajo consiguió sacar su polla y dejarla libre de sus calzoncillos dentro del pantalón.
Volví a meter la mano y agarrando su polla, que no era nada pequeña, empecé a darle apretones a la vez que movía mí mano arriba y abajo masturbándolo con disimulo...
El jadeaba en mi oreja, y eso me estaba calentando muchísimo, tenía unas ganas enormes de agacharme y meterme esa polla que palpitaba en mi mano directamente en la boca hasta que se corriera. Pero me tuve que conformar con seguir masturbándolo.
Me retiro la mano, y con disimulo y esfuerzo, se saco la polla y la puso en medio de mis nalgas, si no fuera porque estaba mi vestido como barrera en medio de los dos me la hubiera introducido en el coño. Notaba como empujaba intentando penetrarme, mi vestido se lo impedía, pero lo que no impedía, es que iniciase un movimiento de copulación arriba y abajo. Yo notaba como su polla se deslizaba en medio de mis nalgas y el vestido se me introducía en mi coño cada vez más mojado empujado por el glande que poco apoco iba consiguiendo 
ganar terreno
El hombre que tenía delante bajó las dos manos y cogiendo el vestido por los costados a la altura de las caderas lo subió despacio hasta que note de pronto que la polla del otro al no tener el impedimento de la tela en medio se introdujo de golpe en mi coño completamente lubricado de la excitación. El hombre soltó el vestido y se quedo colgando por los lados, en medio levantado, sujeto por la polla que salía y entraba de mi coño despacio pero a un ritmo constante.
Mire a otro hombre que estaba sentado y tenía la cara de haberse dado cuenta de todo y de estar muy excitado, cosa que demostraba el bulto que había en su pantalón, él ni se dio cuenta de mi mirada tan absorto estaba en no perder detalle de lo que pasaba a la altura de su cara.
El hombre que tenía delante se agacho a coger unas llaves que seguramente había dejado caer intencionadamente, al agacharse puso la cara con total descaro en medio de mis tetas a la vez que me pasaba la lengua en medio del canal recreándose un momento, yo hubiera dado algo porque me chupara los pezones, abandonarme, y follarme a esos dos, salvajemente y sin tapujos dado el grado de excitación que tenia.
Se incorporo de nuevo y bajando la mano la metió debajo de mi vestido tocándome directamente el coño, metió un dedo dentro de mí a la vez que la polla del otro seguía entrando y saliendo, con los dedos nos tocaba a los dos, lo mismo los metía dentro de mí a la vez que la polla, o recorría el tronco de la polla notando que trozo entraba y salía de mi.
Me cogió la mano y la llevo dentro de su bragueta que previamente había abierto. Yo procedí a masturbarlo mientras que el otro seguía follándome ante la atenta mirada del hombre sentado.
Tardaron poco en correrse, uno en mi mano a después de una serie de palpitaciones que anunciaron su eyaculación. Se corrió dentro de su pantalón inundándome. Yo mantuve la mano hasta notar como el pene poco a poco se aflojaba y perdía su erección. Saque la mano y me la limpie con disimulo en el costado de mi vestido.
En ese momento el otro explotaba en un torrente de semen dentro de mi, eso me hizo tener un orgasmo salvaje que me obligo a agarrarme con fuerza a la barra para que mis rodillas no se doblasen. Se quedo quieto hasta que su pene por si solo salió de mi interior a la vez que su corrida se deslizaba por mis muslos. El hombre sentado seguía con su mirada el recorrido de la leche a lo largo de mis piernas.
Los dos se recompusieron las ropas y se fueron separando de mi a la vez que se aproximaban a la puerta de salida sonriéndose entre sí mientras que me pareció interpretar en sus labios “que puta”..
Yo estaba deseando salir de ahí y comerle la polla al hombre sentado que debía estar a punto de reventar del calentón.
Bajamos del tren y nos presentamos, me llamo Juan Manuel y te invito a tomar algo y a mi hotel
En cuanto llegamos al hotel le hice una mamada salvaje, hasta notar como explotaba en mi garganta la corrida más abundante que nunca me habían brindado.
Estoy deseando repetirlo, quizás a algún lector le gustaría ser el protagonista.
Todo lo escrito aquí ha sido completamente real.



Relato de un amigo del blog
el probador

Esta tarde he decidido ir de compras. He ido a los grandes almacenes de rigor y, después de hacerme con algunos discos (esos clásicos que hasta ahora sólo tenía en vinilo) y algún que otro libro, voy a mirar algo de ropa. Aburrido, buscando y rebuscando y sin saber muy bien cómo, he llegado hasta la sección de ropa de baño. Se acerca el verano y es menester renovar un poco la “sección acuática” del armario. De repente, entre montones de ropa y de gente, la veo. ¿Es ella? Al principio dudo, pero sí, definitivamente es ella: Andrea. Está tan impresionante como siempre. ¿Qué digo? Más impresionante aún (es la primera vez que la veo fuera del blog). No sé muy bien cómo reaccionar, pero finalmente nuestras miradas se cruzan y también lo hacen unas sonrisas cómplices. Ella lleva varios bikinis en sus manos. Mi mente empieza a fantasear imaginando cómo le deben quedar. Pasa justo por delante de mí. Nuestras miradas siguen manteniéndose y ella, con una sonrisa picara, me dice: “hola, ¿qué tal? voy a probármelos…”. Me quedo sin palabras y únicamente soy capaz de esbozar una sonrisa y devolver el saludo. Los sigo con la mirada, mientras se aleja en dirección a los probadores. Dios mío, cómo se mueve ese trasero… Sigo mirando bañadores, si bien mi cabeza anda en otro sitio, rememorando esos maravillosos momentos compartidos al resguardo de la noche, cuando en la soledad veo su blog, sus fotos sus videos y me masturbo pensando en ella. Pienso en su cuerpo, en sus curvas, en el tacto de su piel, en su voz. Creo que estoy empezando a excitarme. ¿Qué demonios hago aquí mirando ropa, cuando esa chica tan encantadora está a escasos metros de mí, y  debe andar ya enfundada en uno de esos minúsculos bikinis? Trago saliva y dirijo mis pasos hasta esos probadores. Tenemos suerte, es muy pronto todavía y apenas hay gente. De hecho, todos están vacíos, excepto uno ¿Está claro, no? Llego hasta la puerta y la golpeo varias veces con mis nudillos. Pasan unos segundos y nadie contesta. Cuando estoy a punto de darme por vencido, la puerta se abre sigilosamente. Entro y ahí está de pie, todavía con el vestido y con un bikini negro entre sus manos. Nos saludamos de nuevo y digo: “Pensé que con tantos bikinis para probarte no te vendría mal un poco de ayuda extra”. Reímos. Sí, creo que no me va a venir nada mal. “ponte cómodo para el espectáculo”.me dice Andrea Y eso es justamente lo que hago. A continuación ella empieza a quitarse el vestido. Lenta, parsimoniosamente. Mi corazón corre a mil por hora. Creo que incluso se puede oír dentro se ese espacio tan pequeño. Está justo enfrente del espejo, así que tengo una vista magnífica: su parte trasera está a escasos centímetros de mí, jamás pensé que podría
ver en vivo su impresionante culo, es súper morboso, y también pude verla totalmente por delante, reflejada en el espejo. Lo primero que aparece ante mis ojos es su culo, redondo y rotundo, recortado por un tanga también negro, tal como la he visto en sus fotos en el blog. Mi impulso primario es acariciarlo, pero algo dentro de mí me dice que espere, que debo disfrutar antes del espectáculo. Se quita el vestido por completo y ahora puedo contemplar el sujetador, a juego con la parte de abajo. Lo desabrocha y me lo pone en las manos para que se lo sujete. Observo sus pechos en el espejo. Los he visto tantas veces en sus fotos que casi los conozco de memoria. Y ahora, por fin, sus manos ponen rumbo hacia el elástico del tanga. Tiran de él hacia abajo, poco a poco hasta llegar a la altura de los tobillos… Ya está, completamente desnuda, inclinada hacia delante, con el culo en pompa. El reflejo de su pubis sin un solo vello en el espejo y su culo y su coñito asomando directamente a escasos centímetros de mi cara. Dios mío, esto es demasiado para los sentidos, ¿hacia dónde miro? De repente ella se gira y mi duda desaparece: ahora está delante de mí y no me queda más remedio que fundirme en esa mirada lasciva y simpática a un tiempo. Se arrodilla, delante de mí y empieza a desabrocharme el pantalón. Mi polla emerge completamente dura, intuyendo lo que le espera.  La coge  con una mano y empieza a masturbarme despacio de forma maravillosa. Miro hacia el espejo y puedo ver su espalda curvada y los movimientos acompasados de sus brazos. Ahora se sumerge entre mi bragueta y empieza una maravillosa mamada. Primero despacio y ganando velocidad con la boca sobre mi polla. Es una delicia. Después de un buen rato en estado casi de éxtasis, me levanto y me coloco detrás de ella. Empiezo a penetrarla desde atrás y sus gemidos se hacen más incontrolables. Puedo sentir cómo la follo, porque con cada embestida ella se retuerza de placer. De repente oímos una voz fuera y alguien golpea la puerta: “¿Hola? Aquí tienen el bikini que faltaba en el color que habían pedido”. Vaya por dios, es la dependienta, y en el momento más inoportuno. No pasa nada, Andrea abre levemente la puerta unos pocos centímetros, alarga la mano y coge el bikini que faltaba. La chica ha podido ver un destello de la escena durante un segundo, seguro, y debe haber quedado alucinada, pero nosotros estamos tan excitados que no nos importa lo más mínimo, así que seguimos a lo nuestro. Ahora soy yo quien se apoya contra el espejo. Ella se incorpora también y pega su cuerpo contra el mío. Nuestras lenguas se encuentran y nos fundimos en un beso tórrido y húmedo. No es la única parte de nuestros cuerpos que se han
encontrado: algo más abajo, su pubis se frota contra mi glande y me hace morir de placer. Cojo su culo, al fin, y puedo sentirlo entre mis manos, acariciarlo, apretarlo. Con un rápido movimiento, levanta una de sus piernas y deja hueco para que pueda resbalarme dentro de su sexo. Primero la puntita, después poco a poco toda entera, dentro, llenándole el coñito. Qué maravilla. Empezamos a follar lenta y acompasadamente. Me dice que me este quieto que será ella la que se mueva, hasta que después de unos minutos de movimientos perfectamente acompasados, acabamos en un perfecto orgasmo. Siento la leche resbalando en mi polla, una vez terminado Andrea me ordena que le limpie el coño con la lengua de la leche de la corrida, sublime esta Andrea. Ha sido la tarde de compras más divertida que he tenido nunca. Hasta siempre Andrea, lamento que hoy no hayamos podido probarnos ninguno de estos bañadores y bikinis. No pasa nada, seguro que encontramos algún otro momento para hacerlo.






         

2 comentarios:

  1. mmmm que sexys ojala estuviera dentro de esos calcetines

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  2. como me pones siempre el nabo rubia, siempre acabo manchandolo todo, que puton eres

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